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El Panda ¿4x4?

 

Tengo guardado en mi memoria cuando en un viaje por Huesca con mi familia, a finales de los 80, vimos aparcado un flamante Fiat Panda 4x4. Lo ponía ahí detrás: 4x4, y los míticos emblemas de Steyr y Puch.

 

Me acuerdo porque mi padre dijo “¿4x4?, Un Panda ¿4x4?” Y se asomó bajo el parachoques trasero para mirar algo, yo no sabía qué. Lo que estaba haciendo era ver si este Panda llevaba un diferencial en ese eje… Y allí estaba, pequeñita eso sí, la carcasa del diferencial. Así me enteré yo de que un coche necesita un diferencial en los ejes que llevan tracción. (Ya sabéis, la rueda externa recorre más metros que la interna en las curvas, así que es necesario este elemento mecánico que se llama diferencial, que “reparte” la fuerza del motor; más a la rueda externa, menos a la interna)

 

Y es que el Panda nació como un utilitario para la ciudad, pero Fiat vio un nicho en el mercado que nadie había visto antes pero que resulto ser masivo. Para mucha gente el Panda 4x4 fue “el coche que siempre habían necesitado”.

 

Se podía comprar algún todoterreno en aquellos años, sí, pero eran vehículos especializados pensados para uso profesional (y militar); vehículos grandes, pesados, complejos mecánicamente y caros. Así que el Panda 4x4 fue todo un “regalo” para esa extensísima población “civil” del medio rural y de montaña que, ahora sí, podían tener el producto que necesitaban.

 

Su reducido tamaño lo hacía perfecto para circular por pueblos y senderos. Su ligereza le permitía pasar por sitios donde los grandes todoterreno se hundían, y le hacía consumir poco. Su tracción a las cuatro ruedas y su mayor altura al suelo lo dotaban de un notable plus de capacidades todoterreno sobre el Panda normal… ¡y sobre cualquier otro coche!

Y su origen como utilitario lo hacía asequible, a la hora de la adquisición y también del mantenimiento.

A todo esto se sumaban las cualidades ya conocidas en el Panda original: robusto exterior e interiormente, fiable mecánicamente por su sencillez, amplio, versátil… ¿Cómo no se le ocurrió a nadie antes?

 

Pero es que era tan bueno como producto que su éxito no se resintió ante la posterior proliferación de los todoterreno en la segunda mitad de los 80. La mayoría seguían siendo grandes, quizás menos complejos y caros, pero no competían con el Panda.

Solo el “español” Suzuki-Santana sj410 y el Lada Niva robaron algunas ventas al Panda 4x4 en Europa.

 

Decimos en Europa porque en España fue todo diferente. Fiat no vendió aquí al inicio el Panda 4x4 quizás porque consideraron que el mercado estaba copado, y es que aquí, por la importancia del medio rural y por la orografía, el país había necesitado “si o si” un todoterreno, y ahí estuvo Santana, que llenó el país primero de Land Rover y luego de Suzuki sj410, competidor directo -este si- del Panda 4x4.

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